Inicios de 1850. El congreso de los Estados Unidos autoriza la construcción de la nueva sala de lectura para el edificio original del Smithsoniano. El entonces secretario del instituto Smithsoniano en Washington, Joseph Henry, fue requerido para auxiliar al arquitecto en el diseño de la nueva sala para asegurar una buena “visión y audición”. Gracias a esta designación Henry hizo importantes descubrimientos en el campo de la acústica arquitectónica. Ya que lo tenían a mano, le preguntaron acerca del fenómeno de la reverberación, pero hasta el momento se conocía sólo de forma cualitativa y no cuantitativa. Faltaban 50 años más para que, por otro encargo, pero ahora en Hardvard, Clement Wallace Sabine diera con el modelo matemático que cuantifica finalmente el fenómeno de la reverberación, tal como lo usamos hoy en día.
Henry conocía los problemas que causaban los “ecos” y las “focalizaciones sonoras” para entender la palabra hablada. Se puso a estudiar un fenómeno, que hoy usamos normalmente, con el auxilio de la pared oeste del viejo edificio del Smithsoniano.
¿Qué hizo?, le aplaudía a la pared y escuchaba.
¿Qué escuchaba?, la interacción entre el sonido del aplauso directo con su reflejo, a diferentes distancias de la pared.
¿Qué descubrió?, que hay un intervalo de tiempo de 53 ms, que él llamó: “límite de perceptibilidad”; hoy más conocido como: “efecto Haas”, en donde el sonido directo y el reflejado se combinan, se mezclan produciendo un único sonido o imagen acústica. Superando este retraso de 53 ms ya se distinguen ambos sonidos de forma discreta, que en casa le decimos: “eco”.
Finalmente este descubrimiento lo aplicó a la sala de lectura, de forma tal que lo emitido por el orador y cualquier reflexión, en toda la zona donde se ubicaban los oyentes, entrara en ese margen o retraso de 53 ms. De esta manera consiguió un alto grado de inteligibilidad, con ayuda de estas reflexiones tempranas, que realzaban las palabras del orador como un único discurso compacto.
Este descubrimiento no se le atribuye aún hoy a Henry, debido a que lo presentó en agosto de 1854 y 1856, en un congreso de acústica, haciendo un reporte sólo en forma oral.
Si bien hubo otras investigaciones posteriores en esta línea por parte de William Snow (Bell System), Richard Fay y W. M. Hall (MIT), 100 años después (1949), en la terraza de la universidad de Gottingen, Helmut Haas repite la experiencia, pero ahora con tecnología de punta, grabador de cinta con velocidad de capstan variable.
El doctor Haas, al volver a evaluar estos fenómenos de forma muy controlada, descubre los efectos psicoacústicos de identificar correctamente la dirección de una fuente de sonido que se escucha en ambos oídos pero que llega en diferentes momentos. Debido a la geometría de la cabeza (dos oídos separados por una barrera), el sonido directo de cualquier fuente primero ingresa al oído más cercano a la misma, luego el oído más alejado. Estudia que los humanos localizan una fuente de sonido basada en el primer sonido que llega, si las llegadas posteriores se encuentran dentro de los 25 ms a 35 ms. Si las llegadas posteriores son más largas que esta, se escuchan dos sonidos distintos (eco).
Este es el ejemplo auditivo de la inhibición sensorial humana que se aplica a todos nuestros sentidos. La inhibición sensorial describe los fenómenos en los que la respuesta a un primer estímulo hace que se inhiba la respuesta a un segundo estímulo, es decir, el sonido que ingresa primero a un oído hace que «no escuchemos» el sonido retrasado que ingresa al otro oído (dentro de la ventana temporal de 35 ms).
Todos estos descubrimientos que presentó en su disertación de doctorado en la Universidad de Gottingen, Gottingen, Alemania como «Über den Einfluss eines Einfachechos auf die Hörsamkeit von Sprache;» fueron traducidos al inglés por el Dr. Ing. KPR Ehrenberg, Building Research Station, Watford, Herts., England Library Communication n. ° 363, en diciembre de 1949. Dada la magnitud de los descubrimientos de lo que hoy conocemos como: “Efecto Haas” también llamado “Efecto precedencia” y su amplia aplicación en todos los rubros del audio actual, la AES lo reprodujo en su Journal como «The Influence of a Single Echo on the Audibility of Speech» (La influencia de un eco discreto en la audibilidad del discurso), en el año 1972.
Se puede consultar: J. Audio Eng. Soc., Vol. 20 (marzo de 1972), págs. 145-159.)
http://www.aes.org/e-lib/browse.cfm?elib=2093
Este artículo del Journal histórico recomendado es una forma de homenaje, por la amplia diversidad de aplicaciones actuales; que empezaron grandes pioneros hace casi dos siglos y que hoy no podemos dejar de estudiar.
Indio Gauvron – AES Argentina