Visita guiada a los laboratorios de Solidyne

Una notable producción de papers, en cuanto a calidad y cantidad, es la que el Ingeniero Oscar Bonello nos ha convidado a lo largo de toda su vida. Pero, no sólo en la divulgación de conocimientos termina su generosidad, sino, que además, fuimos partícipes de tenerlo como anfitrión en la visita guiada a Solidyne, empresa que él mismo fundó en el año 1968 y mantiene a la Argentina en la vanguardia del audio internacional, en lo que a broadcasting se refiere.

El día 24 de julio de 2012 varios miembros de AES Argentina tuvimos la oportunidad de recorrer las instalaciones de los laboratorios de Solidyne, donde el Ingeniero Bonello en persona nos deleitó con sus conocimientos, vivencias, enfoques, sabiduría, experiencia y anécdotas, que iban desde lo desopilante hasta lo más elevado del conocimiento y ejercicio del diseño de audio profesional.

La empresa viene innovando y fabricando equipamiento para la industria de la radiodifusión y la ingeniería de audio desde la década de los 60; y lo más importante, nunca cesó con la investigación en todos los campos relacionados a la misma. Todos los que trabajamos en acústica hemos usado el “Criterio de Bonello” para la distribución de modos de resonancia normales en un recinto.

En la actualidad los equipos profesionales para estudios de radiodifusión, televisión y producción, tanto analógica como digital, tanto de hardware como de software, de más de 60 países se nutren de la avanzada tecnología y calidad de Solidyne.

Por nombrar algunos de los equipos que pudimos apreciar muy cercanamente, están las consolas con funciones automatizadas en base a los niveles de fader y comunicación con los procesadores de programa para resaltar los pasajes de locución o música individualmente, con diferentes algoritmos que se comportan mejor en cada una de las situaciones. Todas preparadas para comunicación por IP tanto de control como transporte de audio. Hubo una cronológica explicación acerca de los avances que han debido enfrentar los procesadores de programa en función de la mejora en la calidad del medio de reproducción y cómo se ha conseguido sortear exitosamente los cambios que históricamente se iban generando.

En todos los casos y con una gama muy variada de equipamiento, logramos ver los prototipos, placas, componentes, dispositivos para testeo de potenciómetros deslizantes y rotativos, gabinetes, instrumental de medición para laboratorio de altas prestaciones, etc. Además, disfrutamos de las explicaciones del gerente de producción con los enfoques específicos de su área, programador de software, ingenieros de desarrollo, departamento de ventas, etc. Cabe aclarar que todos participan activamente en muchos campos de los diferentes departamentos que componen la empresa.

Como una conclusión individual, puedo decir que este tipo de actividad; el ver de cerca la génesis y generación de equipos profesionales de alta calidad, resultó en algo sumamente positivo desde todo punto de vista. Por un lado está el interés específicamente técnico que despierta la propuesta. Por otro lado, y desde el enfoque humano; rozar la genialidad de todos los miembros que conforman la “familia” de Solidyne para llegar a ser la empresa que es, me ha provocado más, y más marcadas ansias de crecimiento personal. Me tomé el atrevimiento de llamar “familia” a todo ese grupo de personas que, desde diferentes áreas, muy disímiles, y con la dedicación que despierta la pasión por lo que hacemos, constituye un núcleo de gente de proyección inigualable.

José Ingenieros decía que en la imitación de las virtudes ajenas y el fortalecimiento de las propias reside el verdadero espíritu de superación, haber visitado y ver de cerca la manifestación de toda esa excelencia al servicio del audio profesional, me llena de satisfacción y ganas por seguir haciendo, creciendo y evolucionando sin pausa. Un gran amigo llamado Iván supo reflexionar cuando le comenté lo vivido: «No solo vivimos de lo técnico en esta profesión, aunque así parezca a veces…también uno se nutre de lo humano, y pocas veces eso se puede remarcar…»

Muchas gracias Ingeniero Bonello por su extraordinaria predisposición para con nosotros.

Indio Gauvron