Con sus jóvenes 450 años Córdoba, la docta, la capital del fernet, nos cobijó por tres luminosos días y dejó plasmado en nuestros corazones el anhelo de volver a intercambiar y compartir los saberes que acompañan nuestra vida profesional.
La calidez y cariño con que todo el personal y estudiantes de La Metro nos recibió fue muestra manifiesta de la calidad de seres que la conforman, y desde AES Argentina nos sentimos profundamente agradecidos por tamaña experiencia.
Desde el 2 al 4 de mayo tuvimos oportunidad de vivir el evento de divulgación científica vinculado al audio más importante del semestre con charlas especiales, talleres, visitas guiadas a estudios y una exposición de fabricantes nacionales de equipamiento profesional de audio.
Tal como ocurriera en anteriores oportunidades la masiva concurrencia de jóvenes deseosos de hacerse para sí técnicas, enseñanzas y conceptos, además de colaborar, fue muestra inequívoca para percibir que en esos productivos espíritus se recolectaron las quimeras puestas en estas 1º Jornadas De Audio Argentino con amplias recompensas.
Hubo grandes personalidades, maestros, diseñadores, fabricantes y profesionales del audio, sonido y acústica compartiendo sus puntos de vista, experiencias, vivencias, conocimientos y humana convivencia. La inquietud de saber más, de poder más, de ser más, rejuvenece al entusiasta interesado incesantemente. La personalidad intelectual es activo movimiento, no es equilibrio; tiende a una integración permanente, enriquecida sin cesar por la experiencia, estudio y prácticas que crece en un sentido crítico que la perfecciona y promueve a evolucionar.
No pretendo listar aquí todos los referentes y actividades, cuyo sincretismo y calidad estuvo más allá de lo pretendido y satisfecha, para el detalle completo se puede acceder en: https://argentina.aes.org/jornadas-de-audio-argentino-en-cordoba/ Sí me gustaría, a título muy personal, esgrimir algunos hitos, reflexiones y vivencias que me acompañaron en estos tres días.
Me emocionó la historia del audio “rebuscado” industria nacional aplicado en el legendario festival de Cosquín a lo largo de los años, y Luis Ariel Nogués, con su tremendo cúmulo de conocimientos y experiencias, con la humildad de los grandes, supo ingresar en mi corazón y posee mi más profunda admiración.
Detrás de una sonrisa amplia y permanente, Sebastián Ferreyra dio una cátedra monumental acerca del campo de las mediciones acústicas, con la simpleza del que conoce con la vertiginosa hondura los secretos que a nosotros los legos se nos escapan. Ya lo decía el viejo Kelvin: “Cuando se puede medir aquello de lo que se habla y se puede expresar en números, entonces se conoce algo de ellos”; gracias Sebastián por tan valioso aporte.
Sin perder su calidez, de aspecto alegre y gozoso, Ariel Heredia, desde su modesta actitud, demostró que la calidad de sus diseños y equipamiento sobrepasan sin titubeo a cualquier “marca famosa” del exterior.
Parado en el monolito de los que han pasado por la historia de cada grabación y estudio en épocas de escaso acceso al equipamiento analógico y de grandes artistas, Sergio, el turco Saba, Chapur compartió su maestría, visión, destreza y experiencia con todos los presentes de forma sutil y amplia para depositar en nuestro haber grandes posibilidades de articulación con nuestro entorno digital.
Por último quiero rescatar a un tremendo exponente de hacer “entrar” los conocimientos de electrónica analógica específicos de forma directa, simple y muy histriónica (“aguante el metal”), con una disertación que no daba respiro a las carcajadas e ingesta de cognición, el maestro Mario Ferrarese.
Por supuesto estuve en prácticamente todas las charlas que hubo y no hay merma en cuanto a cantidad y calidad de disertantes y temas, sólo pretendía esbozar una mínima reflexión acerca del generoso aporte que los cordobeses han hecho en mi persona; y asumo, sin temor a equívocos, en el resto de los asistentes. Muchas veces, principalmente en el entorno más juvenil, y otros también, se suele “mirar demasiado al norte” en busca de referentes. En menor escala, y con la misma postura de buscar fuera del propio ambiente, con ausencia de ideas propias y pasiva adhesión a las ajenas, se suele mirar a Buenos Aires como el lugar donde están los poseedores del conocimiento; bueno, yo los encontré en Córdoba sin lugar a dudas y quiero dejarlo expuesto para la reflexión.
Un agradecimiento personal y de todos lo que conformamos AES Argentina por tan magnánimo bagaje de experiencias. Decir que fuimos agasajados y recibidos con los más altos honores y cariño es sólo un eufemismo, lo que ha quedado impreso en nuestros corazones es destreza de escritores y me siento incapacitado de expresarlo en palabras; simplemente: MUCHAS GRACIAS.
Para finalizar quiero ser muy reiterativo. El deseo inagotable es de ir por más, no esperemos que todo suceda por arte de magia, pongamos nuestro bit de esfuerzo que en la suma de todos esos Bytes, en sincronía y coherencia de fase de espíritu, para seguir vivenciando esta maravillosa forma de compartir nuestra profesión.
Gracias por ser parte, junto a nosotros, de esta extraordinaria experiencia y permanece latente el deseo de reencontrarnos en la próxima. Como lo mencioné en esta oportunidad: “lo mejor de este evento es el que viene…”
Indio Gauvron
AES Argentina
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